¿La economía o la antidemócracia?
Cada vez más intelectuales, expertos en sus disciplinas, se están replanteando muchas de las opiniones generalizadas respecto a la Unión Soviética. Uno de los mitos más extendidos es el del colapso económico, y también es uno de los que están siendo más cuestionados. Según este mito, la caída de la URSS habría sido consecuencia principalmente de una brutal crisis económica (por la ineficacia del sistema). Sin embargo, tanto en Rusia, como fuera de ella, muchos piensan que la caída de la URSS no tuvo tanto que ver con una supuesta crisis económica, sino más bien, que fue un proceso iniciado por las élites de la propia URSS, y la crisis económica sería no la causa de las reformas, sino la consecuencia de ellas, aunque se haya usado como excusa. Esta es una idea bastante extendida en Rusia, pero también es compartida por otros. Aquí por ejemplo presento el resumen de un artículo de David Kotz y Fred Wair, publicado en la revista húngara “Eszmélet” de izquierdas (“Conciencia”). El artículo es un resumen de su libro “Revolution from above: the demise of the Soviet system”.
Los autores parten de la idea, que intentan demostrar en su texto, de que aunque la URSS tenía graves problemas económicos, nada indicaba que hubiera peligro de colapso económico, y de hecho este no se produjo hasta que las élites del país destruyeron el sistema económico existente.
Fue la estructura antidemócratica del país la que causó la catástrofe, no la economía planificada.
Empiezan hablando de la planificación soviética y su historia:
Desde 1917 los bolcheviques ensayan varias formas en cuanto a la estructura económica del país. Solo en los años 20 surge lo que se ha dado en llamar “el sistema soviético”. Se caracterizaba porque todas las empresas no agrícolas eran propiedad social y estaban dirigidas, en última instancia, por una institución central desde Moscú.
A pesar de esto, la economía soviética consiguió un gran crecimiento y un rápido desarrollo. Muchos piensan que este rápido crecimiento fue logrado por las medidas estalinistas, por la represión contra ciertas capas de la sociedad, y las difíciles condiciones de vida. Pero los autores dicen que fue más bien lo contrario, que el régimen estalinista retardó el crecimiento económico, que podía haber sido mucho mayor de lo que en realidad fue.
Entre 1928 y 75 la economía soviética creció a un ritmo de un 5,1% anual. Entre 1950 y 75, cuando la economía ya se había industrializado, el crecimiento económico soviético seguía siendo alto, más incluso que el de los EEUU.
El sistema soviético tenía muchas ventajas sobre el capitalismo: por ejemplo el pleno empleo, la posibilidad de usar los beneficios empresariales de manera masiva en el desarrollo de la enseñanza y la formación, y además no estaba afectada por las crisis periódicas del capitalismo.
No todas las cosas se pueden medir con el PIB o el crecimiento de la economía, pero para 1975, el país atrasado que era la URSS, se había convertido en una potencia económica que en muchos aspectos competía con los EEUU, y en algunos, incluso los superaban (véase como ejemplo la carrera espacial).
Si en 1960 la mitad de las familias soviéticas tenía radio, el 10% televisión y una de cada 25 frigorífico, en 1985 todas las familias disponían de estos electrodomésticos. En 1980 la URSS tenía más médicos y camas de hospital que los EEUU. En los años 70 el desarrollo científico, tecnológico y económico de la URSS era seguido con alarma por las potencias occidentales. Muchos pensaban que el futuro sería del régimen soviético gracias a sus grandes logros, a pesar de sus rasgos negativos.
Sin embargo, desde 1975 la economía soviética interrumpe el rápido desarrollo que había tenido hasta entonces. Y el progreso tecnológico también se detiene. Por primera vez, durante una década, la economía norteamericana crece más que la soviética. Además, la carrera armamentística, reforzada por la administración de Reagan, afectó gravemente a la economía soviética.
En 1985 Gorbachov llega al poder, es el reconocimiento de la élite que dirige la URSS, de que son necesarias reformas. Pero sus reformas no trajeron una mejora de la situación y la producción siguió sin despegar. Entre 1985 y 1989 el crecimiento económico soviético medio fue de un 2,2%, en lugar del 1,8% entre 1975 y 1985. Sin embargo desde 1975 nunca hubo crecimiento negativo, en cambio en los EEUU lo hubo en tres años.
Para finales de los años 80 la escasez de productos básicos se acentúa. Para los analistas occidentales esto significaba los primeros indicios del colapso, sin embargo la explicación era otra,la razón era que el ingreso de las familias había aumentado mucho más que la producción de artículos de consumo, el culpable de eso eran las reformas económicas, que habían descentralizado la producción y habían dejado de controlar los ingresos.
Así, si a mediados de los años 80 el ingreso de las familias creció un 3-4% anual, en 1988 salta a un 9,1% y en 1989 a un 12,8%. Pero a la vez los precios, que habían sido fijados aún por las instituciones centrales, no cambiaron casi nada. Por eso la gente se encontró con un montón de dinero en las manos que quería gastar cuanto antes y de ahí resultó que las tiendas quedaron completamente vacías. En realidad el consumo seguía creciendo.
Es cierto que la economía soviética no consiguió un crecimiento destacable en los años 80, pero esa imagen de colapso económico es falsa.
Sin embargo en 1990 y 1991 la cosa cambia. Gorbachov va perdiendo el poder frente a Yeltsin. En mayo de 1990 Yeltsin consiguió el poder en la Federación Rusa y se esforzó en acumular todo el poder en sus manos y arrebatárselo a las autoridades soviéticas. De esta forma las instituciones de planificación económica se encontraron sin ningún poder real y la economía soviética, que era un todo homogéneo, empezó a descomponerse a pasos agigantados. Esto es importante resaltarlo: la crisis no llegó por la incapacidad de la economía planificada, sino por que se desmontó la economía planificada y la economía quedó sin medios de coordinación eficaces.
Autor: Lizbeth Juárez Chablé